El campeón mundial de MMA, Conor McGregor, de un gancho de izquierdas y con otro puñetazo cuando la mascota estaba en el suelo, así, ha conseguido que la persona disfrazada de mascota de los Miami Heat tenga reservada una noche de hotel en el hospital de Miami. Aquí podéis ver el video más abajo.
He de reconocer que Conor McGregor era una persona que admiraba algunas facetas de su vida como la disciplina, dedicación y esfuerzo que tuvo para llegar hasta donde ha llegado. Sin embargo, esto me hace reflexionar sobre la fama y el éxito. Que tenerlo todo no quiere decir que seas una persona mentalmente equilibrada o que en ese proceso de esfuerzo para alcanzar la fama pierdas el equilibrio. Este error de cálculo le va a costar millones en patrocinios y si no, al tiempo. Preveo que le va a pasar algo similar a lo que le pasó a nuestro querido Will Smith, cuando perdió el autocontrol y decidió dar una bofetada a Chris Rock retransmitida a nivel mundial. Un error, sí, pero caro.
Como dice el slongan de Pirelli, la potencia sin control no sirve de nada. Aquí, abro un debate sobre el autocontrol que debe tener cada uno para gestionar las situaciones y controlar sus emociones. Hasta los más famosos si no eres capaz de controlarte a ti mismo, no eres una persona libre. Con esto me refiero a controlar aquellos instintos primarios anclados en el cerebro primate que tenemos los seres humanos y que en ocasiones conllevan la realización de acciones que van en contra del resultado final que quiere obtener cada uno.
Por último, para no dejar un sabor de boca agridulce, recomiendo fijaros siempre en lo mejor de cada persona, podemos admirar la faceta de un famoso por su capacidad de superación y dejar de lado otros aspectos claro-oscuros que tienen de su vida privada, que en definitiva, son personas como tú y como yo.